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martes, 18 de noviembre de 2014

Coaching deportivo


El coaching deportivo es una especialización del propio coaching. Tanto el coaching empresarial como el personal posteriormente, deben su nacimiento al surgir de esta técnica en los equipos de Estados Unidos, en las décadas de los 50 y 60.

El coaching deportivo se vale de un diálogo eficaz y transformador para el desarrollo personal y del talento deportivo. Pudiéndose aplicar al deportista, al entrenador, al directivo, etc. 

Este proceso está constituido por la escucha activa, comprensión y la realización de preguntas poderosas por parte del coach. Esto ayudará al coachee en su autoconocimiento y puesta en acción a través del aprendizaje, teniendo como resultado el logro de sus objetivos y mejora del bien estar.

Debido a que los deportes se están acercando a niveles elevados de excelencia técnica y táctica, las distancias entre el logro de los objetivos fijados por los deportistas y el quedarse “en el camino” es cada vez menor.

El deportista se encuentra ante un momento donde el margen de error es casi insignificante. La diferencia entre ganar o perder se ha convertido en apenas unas milésimas o unos milímetros. Siempre al borde de la fotofinish.

El resultado de esa fotofinish depende de gran cantidad de detalles. Detalles que van más allá del propio entrenamiento y que a simple vista parecen menores. Sin embargo, cuando se manifiestan en el desarrollo de la competición, y de forma negativa, echan por tierra el esfuerzo y el nivel alcanzado con los entrenamientos.

Detalles como la situación emocional son fundamentales a la hora de marcar la diferencia en esa fotofinish. Los miedo a ganar, miedo a una lesión, miedo a perder, etc. te pueden atenazar e impedir que desarrolles todo ese potencial que aflora cuando entrenas.


¿Para qué sirve el coaching deportivo?


Mientras que el deportista busca la condición física, la técnica y la táctica, el coaching deportivo le ayuda a su autoconocimiento, y que desarrollen capacidades de gestión de las emociones, así como capacidades inter e intrapersonales.

El aspecto táctico, técnico o físico, no están siempre detrás del “fracaso deportivo”. Un deportista o equipo, en frecuente ocasiones no logran sus objetivos debido a que pensamientos y emociones no estaban alineados con esos objetivos, o por problemas dentro del equipo. Cuando se sale a competir es necesario tener en cuenta que estos factores juegan también su propio juego. Siendo esos enfrentamientos internos, ya sean a nivel personal o de equipo, claves en los posibles fracasos deportivos

A través del coaching deportivo el deportista o equipo puede desarrollar las siguientes capacidades

  • Autovaloración. 
  • Actitud positiva ante resultados adversos. 
  • Aumentar la capacidad de concentración y estar presente en el partido. 
  • Responder positivamente ante los eventos que ocurren, incluso los inesperados. 
  • Dominio y manejo de las emociones, en especial la ansiedad, el miedo y el stress. 
  • Dominio y manejo de los pensamientos negativos y limitantes. 
  • Manejo de la crítica, la desaprobación y el juicio externo. 
  • Visualizar y materializar los resultados deseados. 
  • Alinearse tras los objetivos. 
  • Aceptación de la diversidad dentro del equipo. 
  • Sinergia grupal (suma de energías). 
  • Aumentar el nivel de compromiso. 
  • Ser consciente del nivel de responsabilidad. 
  • Comunicación efectiva entre los integrantes. 
  • Alinear los intereses personales y grupales. 
  • Unidad de equipo: estar todos funcionando “en la misma frecuencia”. 
  • Conexión: saber qué va a hacer el otro, aunque esté improvisando.
El coaching deportivo es algo que hoy en día está instaurado entre los equipos y deportistas de élite, e incluso en los amateur. Los propios resultados deportivos y personales hacen de esta especialidad una herramienta básica en el entrenamiento del deportista. 

Personalmente, a diario veo como deportistas abandonan viejos patrones de conducta, y formas de hacer, para conseguir nuevos y mejores resultados.

Si eres deportista, o estás vinculado al mundo del deporte, y estás interesado, contacta conmigo y te atenderé sin compromiso.

Gracias por visitarme.

Juan Manuel Castillo
CPC 10463
Master en PNL

Esta entrada está basada en una que realicé para COANCO.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Coaching deportivo y las etiquetas


¿Qué etiquetas hay en tu equipo?¿Las tienes localizadas?. Pueden ir desde tont@, inútil, chupón/a, negativ@, a las positivas como lider, crack, motivador/a, fuerte, colaborador/a.

Hay que prestar atención a estas etiquetas, ya que si hay etiquetas negativas instauradas en el equipo esto puede repercutir en el rendimiento de sus integrantes.

Estas etiquetas se generan como consecuencia de la percepción que de forma individual hace cada integrante del equipo. Si para un integrante del equipo una serie de aptitudes denotan nerviosismo, adjudicará a su compañero la etiqueta de "nervioso". Si a esto le añadimos que este integrante del equipo es alguien con peso específico, y sus palabras son más escuchadas y respetadas que las del resto. Tendremos una etiqueta fijada en un compañero.

Ahora tenemos la otra parte. El compañero al que se le ha etiquetado en un primer momento puede pensar que eso no es cierto. Sin embargo, el que las palabras vengan de alguien con peso dentro del seno del equipo le puede llevar a dudar. Esta duda, en un momento concreto de la competición, le puede hacer fallar. Al fallar piensa en que estaba nervioso. Sus compañeros hablan con él llamándole a la tranquilidad. Este llamamiento le refuerza la creencia de ser nervioso. Las dudas ,la inseguridad instaurada, y la falta de motivación, le hacen seguir fallando y actuar, durante la competición, con más nerviosismo. Esta retroalimentación propia, y del resto de los compañeros, afianza la etiqueta, Una etiqueta que ya difícilmente se eliminará.

Debido a estas etiquetas, los equipos se encuentran con situaciones de deportistas con altas cualidades para el desarrollo de la alta competición y que por el contrario no aportan al equipo lo que se espera de ellos. Lo que va en detrimento del rendimiento del grupo.

Desde el coaching, y concretamente el coaching deportivo, se utiliza la técnica de "las etiquetas". Esta herramienta de dinámicas de equipos consiste en los siguiente:
- En etiquetas adhesivas se escriben, de forma individual, las etiquetas más comunes en el equipo o en el deporte en general. Las etiquetas se duplicarán o triplicarán, según el número de grupos que se vayan a hacer. Es decir si tenemos dos grupos se habrá dos etiquetas de cada. Para que en cada grupo se jueguen los mismos roles.
- Se divide al equipo en dos grupos.
-Se les indica que cada grupo tiene un objetivo. Este objetivo se deja a la creatividad del coach. Por ejemplo se les puede decir que tienen como misión diseñar una jugada.
- Se les pone las etiquetas en la frente, de forma que la persona no sepa su rol. Y se les explica que deben cumplir con el objetivo fijado, pero tratando al compañero, o la compañera, por la etiqueta que tenga en la frente.
- El ejercicio puede durar desde 10 minutos a 20, lo que se vea más conveniente. Durante este tiempo será necesario que se observe las diferentes reacciones, y los cambios de actitud.
- Tras la finalización del ejercicio se les pregunta ¿quién se ha sentido con tal o cual etiqueta?. Se les preguntará cómo se han sentido en esos roles, y qué pueden aprender.

Esta entrada se la dedico al equipo del Atlético Torcal Fútbol Sala, equipo malagueño de segunda división, con el que ayer puse en práctica este ejercicio con muy buenos resultados.


Juan Manuel Castillo
Coach Profesional y Master en PNL
CPC 10463


lunes, 10 de noviembre de 2014

Juan Manuel Castillo. Tu caoch




Tu coach



Mis estudios como Diplomado en Relaciones Laborales y como Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales han marcado mi carrera profesional. Durante diez años me he dedicado profesionalmente a la prevención de riesgos laborales en diferentes sectores económicos, y diferentes empresas. He desarrollado esta tarea profesional en servicios de prevención ajenos, así como en servicios de prevención propios como el de “El Corte Ingles” , donde comenzó mi experiencia profesional en este ámbito. He sido Técnico en Prevención de Riesgos a nivel andaluz de la constructora nacional “Clar Rehabilitación”.

Esta profesión me ha aportado un amplio conocimiento del funcionamiento de las empresas. Igualmente me ha dado la oportunidad de relacionarme con todo tipo de personas, aprendiendo siempre de todas ellas. El tiempo que me he entregado a esta profesión fue con pasión y dedicación, hasta que una serie de circunstancias me encaminaron a otros horizontes.
Seguro que esta historia os sonará: comienza la crisis en 2008, y las empresas empiezan a cerrar. Pues en un momento de mi vida pasé de tener un buen puesto de trabajo con un buen sueldo, coche de empresa, gasolina pagada por la empresa y buen horario, a estar en las listas del desempleo. Al principio piensas que no puede ser duradero, que encontraras trabajo. Pasa el tiempo, y te encuentras enviando cientos de currículos sin respuesta alguna. Tras un año parado me ofrecen trabajar en el aeropuerto de Málaga cargando maletas. Quería trabajar y no dudé en aceptar. El comienzo fue muy duro. Has estudiado casi toda tu vida, tenías un buen puesto de trabajo, y de repente te ves metido en una estrecha bodega de avión cargando maletas de 35 kg.

Las quejas, la autocompasión, y el sentimiento de injusticia eran mis acompañantes diarios. Una noche llegué a casa quejándome, de mal humor  y peleado con la vida, y en esta situación mi esposa me dijo:”déjalo, si no puedes más…déjalo”.  Y esas palabras fueron como el mayor puñetazo que me han dado jamás. ¿Qué estaba haciendo?. En ese momento desperté, y sentí la necesidad de cambiar algo en mi vida. Tenía que dejar de quejarme y autocompadecerme. Al día siguiente cambié mi actitud, decidí ser más positivo. Todo cambió a mi alrededor. Me empezó a gustar el trabajo, comenzaron a encargarme tareas de mayor responsabilidad, mis compañeros me pedían asesoramiento laboral por mi carrera. Seguía buscando trabajo, pero disfrutando del que tenía. Comencé a leer libros sobre motivación, éxito, autoayuda, liderazgo,etc. A los pocos meses encontré trabajo en un servicio de prevención de riesgos laborales. Todo esto me hizo interesarme más aún en los temas del pensamiento positivo, el desarrollo personal, la motivación, liderazgo, etc. Tras terminar uno de los libros sentí algo dentro de mí que estallaba con fuerza. Sentí que había encontrado mi vocación. Quería ser coach. Quería ayudar a otros a que encuentren su camino, acompañarles en el desarrollo de su potencial, apoyarles en su decisión de realizar un cambio, etc.



Durante mi formación como coach decidí pasar por un proceso de coaching. Quería seguir creciendo, eliminar miedos, y, sobre todo, saber qué siente la persona que decide pasar por un proceso de coaching.

Actualmente soy coach certificado por COANCO, y Coach Profesional Certificado por ASESCO(Asociación Española de Coaching), y Licensed Master Practitioner en PNL por la Society of Neuro-Linguistic Programming (formación impartida por Anna Flores Training).

Mi pasión por el deporte, su valores y su mundo interior, hacen que mi campo de acción se vaya centrando cada vez más en el coaching deportivo. Sin olvidar el trabajo con el coaching personal o ejecutivo. Mi constante práctica de diferentes deportes a lo largo de mi vida, incluso a nivel de competición, me da conocimiento de los miedos, limitaciones, presiones, guerras internas, expectativas, etc, con las que el deportista se enfrenta.

He encontrado mi pasión, y es eso precisamente, pasión, lo que también trato de trasmitir a mis clientes.

Si lo deseas, puedes visitar mi página www.jmcaoching.es.


Gracias por visitarme, y dedicarme tu tiempo para conocerme. ¡Un saludo!