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jueves, 19 de febrero de 2015

¿Y yo donde me pongo? Coaching sistémico.

¿Cuál es mi posición en el equipo?

Esta vez, la herramienta que te voy a mostrar, y a contar como la desarrollé, está relacionada con el coaching sistémico.

A la herramienta la llamaré “La Figura”. Realmente no conozco el nombre original, ya que me la explicó un generoso compañero que quiso compartir conmigo algunos conocimientos. Al finalizar del ejercicio entenderás el nombre.

Seguramente conoces, o has escuchado hablar del coaching sistémico, y estarás más o menos de acuerdo. De todas formas, para aquel, que a lo mejor no conoce en qué consiste, le diré resumidamente que está basado en la teoría de que el individuo forma parte de un sistema. De esta forma, el sistema influye en el comportamiento del individuo, y viceversa. Todos nos encontramos inmersos en diferentes sistemas, los cuales pueden ir variando con el paso del tiempo. El primer sistema, y uno de los principales, en el que nos encontramos es la familia. El colegio, el trabajo, etc, son otros sistemas.


La figura, 1ª parte.

Reúno al equipo y les pido que se imaginen que la pista donde se entrenan y compiten, es un tablero y ellas las piezas. Les explico que tienen una posición en el tablero, y que tienen que ocuparla. Que se sitúen donde sientan que deben estar, o que es su sitio actualmente.


Cada una de las jugadoras, y el entrenador, se van disponiendo en la pista y ocupan su espacio, su lugar. Una vez fijadas las posiciones realizo una foto.

Tras la foto, les invito a que realicen un movimiento si lo necesitan. De esta forma se da la oportunidad de que el participante se reubique, ya que la posición del resto del equipo puede estar influyendo en la suya y en sus sensaciones. Esto les puede hacer sentir que necesitan retirarse o acercarse.
Fijadas las posiciones por segunda vez, y de forma definitiva, se realiza la segunda foto.
Una vez hechas las dos fotos se reúne al equipo para que las vean, y tenga la oportunidad de hacer una valoración sobre lo que han sentido y lo que observan.


En estas dinámicas el coach se abstiene de hacer interpretaciones, y valoraciones, ya que debe ser la propia persona la que dé interpretación a los que ha sentido y observado.

La figura, 2ª parte (el monumento)

Finalizadas las valoraciones e interpretaciones, personales y grupales, se les propone que expongan sus objetivos. Estos pueden ser ganar una competición, la unión del equipo, disfrutar en cada partido, competir en todos los partidos, etc.

El coach con entusiasmo, y expresividad, les dice que si consiguen esos objetivos se les hará un monumento, pero que, para realizarlo, se necesita una figura en la que basarse. Es aquí es cuando se les pide que, tras haber realizado el ejercicio anterior y haber intercambiado opiniones, que se posicionen forman la figura que quieren para el monumento, y que representará la consecución de todos esos objetivos.

Igual que en la primera fase se realiza una primera foto, y se les pregunta si desean moverse por última vez.

Realizada la segunda foto, igualmente, se les pide que opinen, valoren o interpreten, esa imagen.
Para finalizar es interesante realizar alguna batería de preguntas para que si alguien tiene el deseo de expresar algo que haya sentido lo exponga.


Preguntas como “¿Qué diferencias apreciáis entre ambas figuras?, ¿qué habéis sentido?. ¿qué opináis de la figura uno, o la dos?, ¿qué necesitáis para cambiar de la primera a la segunda?, etc."

Intención

Este ejercicio aporta sobre todo información para las propias personas, toma de conciencia y posibles acciones a llevar a cabo. Habrá personas que no se sientan cómodas con la posición que ocupan, o que ocupan con respecto al resto del equipo, y esto le de información sobre algunas actitudes propias o ajenas, Lo importante es sacar acciones para mejorar. Además de esto, la propia dinámica del ejercicio provoca una interacción del propio equipo puede ser muy beneficioso.

El ejercicio lo redondeé enviando las fotos para que sigan haciendo, ahora ya, reflexiones a nivel particular.


Felicitar al equipo del Atlético Torcal Futbol Sala por el trabajo que realizan, siempre lleno de pasión, sacrificio e ilusión. Un placer poder formar parte de este grupo humano, y poder aportar mi granito de arena.

Gracias por visitar mi blog, y prestarme tu tiempo.

Juan Manuel Castillo
Master en PNL

miércoles, 18 de febrero de 2015

Fobia a lesionarse, y trabajo con PNL.

Coaching, PNL y fobia a recaer en una lesión.

Fobia a recaer en una lesión. Esta es la situación que se me presentó con una deportista de élite.

La jugadora había tenido en la anterior temporada una lesión de rodilla. Esta lesión la dejó apartada de la competición casi media temporada. Recordaba la recuperación de su lesión como algo doloroso y muy sacrificado. A esto se le unía el miedo a retirarse de la práctica del deporte de competición, con el que vivía a diario.

Comienza la temporada, y el miedo a la recaída le impide rendir al nivel deseado.


Esta fobia a recaer en la lesión le provocó una serie de conductas automáticas. Conductas como pedir el cambio, o abandonar el entrenamiento, al sentir molestias o escuchar cualquier chasquido. Llegando, incluso,  a cojear sin ningún motivo físico real.

Es en este momento cuando el entrenador me pregunta si podría trabajarlo conmigo. Tras confirmar que tenía el alta médica, y que el propio fisioterapeuta del equipo me dio el visto bueno, comenzamos a trabajar.

Comienza el trabajo, 1ª sesión.

En la primera sesión, mediante coaching, realicé una exploración inicial. En esta exploración aflora ese miedo irracional, esa fobia, a recaer en la lesión. Miedo a volver a sufrir dolor, y miedo a abandonar de esa forma el deporte. La jugadora identifica su respuesta automática de abandonar los entrenamientos, o pedir el cambio durante el partido, ante las molestias o los chasquidos.

Tras trabajar, a través del coaching, los miedos, y desmontar algunas creencias limitantes, el trabajo se centró en la respuesta automática comentada anteriormente.


Para trabajar la respuesta automática, provocada por la fobia a recaer en la lesión, comencé por un cambio de submodalidades sobre el recuerdo del proceso de recuperación. Tras esto, y ya encaminado a trabajar sobre la respuesta automática, utilicé una técnica de Programación Neuroligüística. El   SWISH. Acabando de esta forma la sesión.

Llega el partido

Tras esta sesión llegan los entrenamientos y el momento de jugar sus primeros minutos.




Finalización del trabajo, 2ª sesión.

Se intercambian impresiones tras la sesión anterior. La jugadora comenta como han desaparecido las respuestas automáticas y la fobia a recaer a la lesión. Y expresa su satisfacción al poder aportar y ayudar al equipo.

Durante la exploración manifiesta que aún queda algo que no termina de saber que es, y le cuesta ponerle nombre. Finalmente identifica una sensación de intranquilidad, e inseguridad, que localiza físicamente en la rodilla lesionada. El procedimiento que se utiliza en este momento es un cambio de submodalidad.

Finalmente, y para afianzar las nuevas sensaciones y recursos de los que dispone, se trabaja en un anclaje espacial. Este anclaje espacial consistirá en un ritual de tres saltos durante los calentamientos previos a los partidos.

Para los anclajes espaciales trabajo con PNL. La jugadora se imagina que en el suelo hay desplegados tres círculos. Cada uno de estos círculos representan tres recursos con los que quiere contar en los partidos. Por ejemplo: Seguridad, competitividad y fuerza.

Antes de entrar en el primer círculo, mediante un VAKO se le hace revivir un momento de su vida marcado por la seguridad. Cuando la jugadora llegó al punto más alto de la vivencia se le pidió que entrara al círculo dando un salto. Al entrar en el círculo, y de nuevo mediante un VAKO, se le intensifica el recurso para que ancle el espacio. Posteriormente, se le pidió que salga del círculo y, tras un off, realizó el mismo trabajo en los dos siguientes círculos.

Una vez finalizado este ejercicio, se repitió hasta tres veces. Cada vez más rápido, y ayudando con mi voz a que las sensaciones y los saltos fuesen más intensos.

Finalización del trabajo.

Al finalizar el proceso de dos sesiones, con el avance de la competición, la jugadora me expresó su satisfacción con su nivel de juego. Me confesó haberse encontrado de nuevo como jugadora, recuperando fuerza y seguridad.

Por supuesto, y como siempre le digo a la persona con la que trabajo, la mejora y el cambio se debió fundamentalmente a las propias ganas de mejora, y superación, de ella misma. Su foco puesto en conseguir lo que deseaba, y su fe en que lo conseguiría, son la base que sustenta todos los progresos que ha realizado.

Un placer, y una oportunidad de aprendizaje, este trabajo realizado con una gran deportista.

Mi agradecimiento a estas personas que me permiten crecer y seguir aprendiendo.